Tan preciado en el mar y en la mesa, como cuestionado. Así es el marisco. Y sobre él circulan muchas falsas creencias, que es conveniente conocer.
Para empezar, advertir que no es verdad que el marisco engorde: de hecho no hay estudios que lo indiquen. Y es que hay que tener en cuenta que el marisco tiene poca grasa saturada y mucha insaturada, siendo esta última, saludable para el organismo.
También al marisco se le ha acusado de provocar la gota: una dolorosa inflamación de las articulaciones, vinculada al exceso de ácido úrico en la sangre. Aunque es verdad que el marisco contiene ácido úrico, normalmente a la gota se le atribuye un origen genético. Eso sí, para aquellos que padezcan esta enfermedad se recomienda disminuir el consumo de marisco.
Tampoco debemos prestar atención a la afirmación de que el marisco aumenta el colesterol. No se puede negar, que al igual que el resto de alimentos de origen animal, el marisco contenga colesterol. Sin embargo, posee unas sustancias (esteroles marinos) que dificultan que dicho colesterol se absorba en nuestro intestino, entorpeciendo su entrada en el torrente sanguíneo.
Y para terminar no os confiéis en esa falsa creencia de que el zumo de limón desinfecta el marisco. La mejor manera de prevenir infecciones alimentarias eses mantener siempre los alimentos de origen animal en frío (menos de 4ºC) o congelados (-18ºC o menos).
Los mitos: haberlos los hay, pero ojo, porque no todos son ciertos.